Imagina tu auto como un organismo vivo. Para que funcione de manera óptima, requiere cuidados específicos. En este sentido, los fluidos son la sangre que mantiene vivo a tu vehículo.
¿Cuáles son estos líquidos mágicos? Te lo contamos todo a continuación:
- Aceite para Motor: El Corazón del Automóvil
El aceite para motor no es solo un líquido, es el corazón del automóvil. Lubrica, limpia, protege y regula la temperatura del motor, aumentando su longevidad. La falta de aceite puede llevar al temido gripado, fundiendo el motor por sobrecalentamiento. - Líquido para Frenos: La fuerza detrás de la detención
El líquido para frenos transmite energía al sistema de frenos, permitiendo detener el movimiento de las llantas. Su importancia radica en su lógica funcionalidad; sin él, estaríamos en alto riesgo de accidentes. - Refrigerante: Manteniendo la calma del motor
El refrigerante, mezclado con agua, regula la temperatura del motor al circular por el radiador. Sin este líquido, el motor se sobrecalienta y sufre daños irreversibles. - Limpiaparabrisas: Claridad en todos los climas
Para enfrentar climas extremos, los limpiaparabrisas necesitan un fluido especial. No es solo agua y jabón; es una solución que garantiza su correcto funcionamiento, fundamental para la visibilidad en condiciones adversas.
Cómo Mantener la Salud de tu Vehículo:
Chequeo regular y cambio oportuno.
Como hemos visto, cada fluido en el auto es de suma importancia para su buen rendimiento y mantenimiento, pero, ¿cómo saber que se encuentran en los niveles adecuados?
Todos estos fluidos se encuentran en el cofre de tu auto, debes ayudarte de la varilla para checar el nivel de aceite de motor (recuerda limpiarla antes de utilizarla para eliminar cualquier resto que pueda alterar el resultado). Verifica que todos estén en los niveles óptimos. De igual forma checa cualquier anomalía, especialmente manchas de color verde/amarillo, café y rojas, pues indican un problema de mal funcionamiento. Igualmente, los olores extraños como quemado, ácido, dulce o azufre son una mala señal.
En cuanto al tiempo de cambio recuerda que esto varía dependiendo de los siguientes factores:
- Las recomendaciones de los fabricantes
- Estilo de conducción (flexible, rápido o deportivo)
- Tipo de rutas (Zonas urbanas, subidas constantes)
- Por kilometraje
- Condiciones externas
- Climas cálidos: La oxidación tiende a aumentar
- Lugares polvorientos o húmedos: el aceite acumula contaminantes.
Mantener los fluidos en niveles óptimos es clave para el rendimiento de tu vehículo. ¿La buena noticia? ¡Es más fácil de lo que piensas! Invierte unos minutos cada mes para asegurar el buen funcionamiento de tu automóvil. Y recuerda, un mantenimiento adecuado prolonga la vida de tu vehículo y garantiza tu seguridad en la carretera.
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